EL ORIGEN DE LA SIESTA

Por Timi Obatusin

La siesta de hoy en día se originó en la época de los romanos hace miles de años y sus raíces provienen del latín antiguo, ‘hora sexta’. Desde las horas del día comienzan al amanecer, la sexta hora es mediodía, que es cuando las siestas a menudo comienzan.

Debido a la amplia influencia de España, las siestas son comunes en las naciones hispanohablantes de todo el mundo, así como en Grecia, Italia y Filipinas, por nombrar algunas. Las siestas suelen ocurrir en climas calurosos, lo que permite a las personas dormir durante la parte más caliente del día y evitar los fuertes rayos del mediodía del sol. En España, las empresas y tiendas suelen cerrar alrededor de dos a cuatro de la tarde para que sus empleados puedan volver a casa, comer algo y siesta mientras las temperaturas son altas. Esto ya es parte de la cultura del país, pero los extranjeros que están de visita a veces encuentran esto frustrante ya que la mayoría de los negocios están cerrados a estas horas.

Aunque la siesta sigue siendo popular hoy en día, ha evolucionado con el tiempo. En regiones como el norte de España, el sur de Argentina y Chile, donde el calor no es tan sofocante, los descansos físicos no son necesarios, por lo que la siesta es a menudo un momento para que la gente rompa su día de trabajo y se vaya a casa a disfrutar del tiempo con su familia y amigos, y no siempre tome una siesta. En su lugar, la gente tendrá un almuerzo familiar pausado. Independientemente de cómo la gente lo pasa, la siesta es una de las tradiciones españolas más abrazadas.

Las siestas se saben que previenen la privación de sueño, sin embargo, los legisladores en España están tratando de crear un nuevo horario donde los empleados trabajan desde las nueve hasta las cinco como sus homólogos europeos. Esto se debe en parte a que el entorno actual se está volviendo más competitivo a medida que la globalización exige que las empresas satisfagan las necesidades de sus clientes. Este calendario propuesto podría marcar un cambio social sin precedentes.